EXPLICACIÓN SOBRE MAPA CONCEPTUAL QUE CIERRA
TEMA:
ESTRUCTURA NARRATIVA
EN TORNO A LA IDEA Y SUS RELACIONES
Los siguientes apuntes se refieren al mapa
conceptual de interacciones entre la
centralidad de la IDEA con otras nociones y operaciones
abordadas en el desarrollo de la asignatura hasta el momento (macrounidades
técnica y narrativa). El objetivo del mismo es buscar relaciones y síntesis
entre conceptos que están estrechamente vinculados en la realización de un
producto audiovisual.
Como se observa en la lámina, todos los vectores se
“conectan” recíprocamente. Esto pretende reforzar el pensamiento sobre
los vínculos mutuos que tienen los
conocimientos considerados y consignados en el cuadro.
No obstante es relevante la centralidad de la
“idea”. Esto porque todo producto
audiovisual se asienta, “sostiene”, en una idea que trabaja a favor de
la unidad de esa realización.
Obviamente que en su sentido más general, la “idea”
representa un grado de
abstracción – en este caso del realizador que concibió el producto –
como operación intelectual. Pero, como sostuvimos, si esa idea permanece en el
campo intelectivo no hay posibilidades que pueda expresarse una creación
ofrecida a otro/s, o a la mirada de otro/s. En el caso de un audiovisual, a
diferencia de una pintura – por ejemplo – a la mirada se añade generalmente la
interpelación a otro sentido: el auditivo. Imágenes y sonido son los
componentes necesarios para que esa idea tenga como destinatario un grupo de
espectadores.
Aquí utilizamos un fragmento del sistema que el
filósofo alemán Georg W. Hegel otorga a su estudio sobre la
“estética”. Al igual que Aristóteles, pero muchos siglos después y con otros
objetivos, él dedica una obra a la “Estética”. Así se propuso estudiar el arte
como modo de aparecer de la idea en lo bello. En las lecciones que dedica a la estética, distingue entre lo bello natural
y lo bello artístico. Lo bello artístico es superior a lo bello
natural porque en el primero está presente el espíritu, la libertad, que es lo
único verdadero. Lo bello en el arte es belleza generada por el espíritu, por tanto
partícipe de éste, a diferencia de lo bello natural que no será digno de una investigación
estética, precisamente por no ser partícipe de ese espíritu que es el fin último
de conocimiento. En su enseñanza uno puede hallar ciertas resonancias aristotélicas
expuestas en la Poética en tanto está presente la obra de un creador que interviene
con su espíritu, su impronta, que se configura en la obra misma.
Para Hegel, la belleza media entre lo sensible y lo
racional. Esa sería la función. Pero fíjense que de ahí deviene, aparece con
claridad, su sentencia de que en la idea el arte, no puede tener otro destino
que su “representación sensible”. Caso contrario no habría pasaje, ni
posibilidad de conocimiento en el espectador. Sólo quedaría en el campo del
intelecto, de la idea pero no podría ser ofrecida a un espectador. Se necesita
la apariencia de lo sensible, ofrecida para el trabajo de los sentidos del espectador.
Conste que esto es una interpretación personal de ciertos principios de Hegel
que estimo pertinentes para pensar la “representación de la idea” en un producto
audiovisual. Para lo artístico, Hegel afirma que el arte no debe copiar al “mundo”
sino “revelarlo”. Es indudable la influencia de la filosofía griega clásica.
Hasta aquí llegamos en su aporte para poder pensar el audiovisual según algunas
de sus afirmaciones sobre la estética, que son mucho más complejas ya que su
interés es, como dijimos, el estudio del arte y la belleza en general.
En términos más prácticos, por así decir, debemos
tener en cuenta entonces que para la realización de la “idea” que tenga
el creador frente a un tema que quiere contar a través de imágenes y sonido,
debe interrogarse de qué manera puede llevar a lo sensible aquello que es del
orden de lo intelectivo, abstracto.
Por lo tanto una de la formas de comenzar a
analizar el cuadro sintético es la relación de la idea con los recursos técnicos.
Esto es operativo, práctico. Por ejemplo, quiero contar una historia
(narración) y necesito algunas imágenes que no las tengo, ¿cómo hago? Aquí se
justifica que la centralidad de la “idea” se piense en relación a ello. Por eso
es necesario que examinen el capítulo 15 que ustedes tienen como bibliografía obligatoria
y cuyo título es “La realización en la práctica” ya que allí se abordan diversos
aspectos sobre los recursos técnicos con los que pueden contar. Es diferente si
trabajaran con una sola o múltiples cámaras. En qué consiste la variación
visual, las maneras de crear tensión, sostener
un ritmo narrativo visual, y el tratamiento pictórico y sonoro
sobre los que hay prestar atención. Para seguir con el ejemplo puesto más arriba,
si no se cuenta con las imágenes y sonidos hay formas de sustituirlos, de buscar
alternativas. Por caso usando imágenes o sonidos de archivo, etc.
Otra relación es la que “cae” debajo de los
“recursos técnicos” y que llama la atención sobre cómo al mismo tiempo que se tiene
la idea hay que ejercitar el “pensar en imágenes” que yo desarrollé en clase y
sobre el cual también escribí un apunte complementario. Esto hace a la creación
artística. Y es importante que lo mediten profundamente. Se cuenta
“aprovechando” el efecto de real que tienen las imágenes, su potencialidad
expresiva. Y este es uno de los momentos clave para desplegar todo lo que
puedan vuestra capacidad imaginativa para que a través de la imagen alcancen ser
muy persuasivos, aprovechando toda la potencialidad metafórica de esas imágenes
que hacen a la singularidad del audiovisual diferente de un texto escrito.
Muy diferente reafirmaría para que quede bien claro.
Asimismo, la escenificación se refiere a cómo
componer las escenas en función de los dichos en el párrafo anterior. Esto en
la cinematografía tiene un auxiliar saliente que es el director de fotografía
que ayuda al director en la forma narrativa audiovisual.
En esa misma relación se menciona la
“espectacularización”. Si bien esto lo
abordaremos teóricamente en la última clase, quede claro que hay un
fenómeno
ínsito, inherente, cuando la mirada está en relación con imágenes y del
cual “no se puede escapar”. Y eso vuelve a estar en relación con dos cuestiones
que hemos
bosquejado pero sobre las que quiero insistir. Primero, la relación
propia del sentido de la vista con la imagen, las experiencias infantiles que
generan una matriz de “deseo de consumir imágenes” (que trataremos en el último
teórico) y segundo, volver sobre el impacto fuerte de la imágenes a diferencia
de proceso de lectura (cognoscitivo) de un texto escrito.
Siguiendo en dirección descendente (en el cuadro)
nos encontramos con la noción central en dramaturgia que es la
“acción”. Esto lo hemos visto en la última clase y he acompañado en citas
algunas aproximaciones sobre un tema controvertido: cómo se genera la acción en
una narración audiovisual. Tan problemática que es imposible encontrar una
definición de acción que sea comprensiva de todo el fenómeno. Las placas que
están puestas en la página de la cátedra, ofrecen las aproximaciones de diversos autores que son especialistas en guión para
que ustedes, también, puedan pensar en ella.
La acción implica lo principal de la narración,
implica los cambios que van sucediendo en los personajes, en las situaciones
que van creándose. La acción es lo que “conecta” las distintas situaciones
dramáticas que se han diseñado para contarla. Esa acción en términos poéticos
está esbozada en la story line. Y, también, enlaza – entonces – la serie de
eventos, situaciones que en forma conjunta están configuradas por el plot
(ordenamiento de la narración como estructura autónoma con finalidades propia).
Recuerden siempre que en nuestro contexto la acción
es sinónimo de drama. No
como vulgarmente se la entiende: como un género cinematográfico sino
como forma del progreso narrativo. Si no se progresa mediante la acción no
estamos contando nada.
La acción no es agitación de los protagonistas,
está lejos de agotarse en pensarla
como un movimiento en un espacio físico. Por eso pueden los
protagonistas estar
“quietos” y no por ello desaparece la acción dramática. Esto es, por
ejemplo, lo que da lugar en los modos de la acción como activa, pasiva y
deponente que está en otro cuadro sobre la acción. Esos tres tipos dan cuenta
de la relación entre lo que pueden ser signos visibles físicos de los
protagonistas en el espacio, pero que están conectados con “estados
interiores”. Y que no se agotan en los que ellos “hacen” sino “porqué lo
hacen”. Está vinculado con lo que expliqué en las partes de la tragedia y que
se asienta en el “motivo”, “pensamiento” o “dianoia”. Los movimientos concretos
que realiza el cuerpo del actor que tienen una intencionalidad interna
singular, buscando la acción vital; con otros que actúan o con los objetos que
pueden ser “amigables” u “obstáculos temibles”.
En otras palabras, quizás más filosóficas: los
personajes están en un universo narrativo y participan de un trato
libre con las cosas, los otros. En las decisiones que tomen pueden estar sus
“errores”, cómo encaran los obstáculos conflictivos, cómo intentan superarlos o
quedan intrincados en ellos. Ese escenario dramático en el cual actúan ante y
con situaciones que pueden ser atractivos, peligrosos, con posibilidades y
obstáculos. Esto es lo que puede relacionarse con la noción del conflicto que
es lo que permite el progreso de una narración. En otras palabras son
situaciones dramáticas que tanto los personajes como los espectadores pueden
interpretar como propicias o desfavorables y
habrá que estar “atentos” para ver cómo se desenvuelven frente a
ellas.
Otra perspectiva es pensar las situaciones
dramáticas en relación con la acción. Esta es la que conecta las distintas
situaciones. A su vez, estas últimas son los “chispazos” que implican giros,
cambios, generación de interés en lo que va a suceder. Hay una comparación que
puede ayudar a comprender la relación entre ambas. El ejemplo es un rosario, en
el que el hilo es la acción y las cuentas son las situaciones dramáticas que,
reitero están unidas por la acción.
Luego seguiría el suspense o la intriga, que insisto
nosotros los trabajamos como
sinónimos aunque para algunos autores podrían ser cuestiones diferentes.
Ocurre que la etimología de la palabra es la que genera la complejidad del
significado. Podríamos decir que suspense está bien delimitado como un género
cinematográfico o literario.
Sherlock Holmes o Sir Alfred Joseph Hitchcock, podrían ser buenos
ejemplos de
cómo el autor apela al proceso deductivo del espectador sobre lo que
puede ocurrir y, seguramente, lo “hará equivocar”. Es una apelación más a la
racionalidad del espectador que a su mera emocionalidad; aunque está se
encuentra estrechamente ligada con aquélla ya que se “inquieta” sobre lo que
podría ocurrir. Era lo que en La Poética aristotélica se llama la
peripecia.
Aprovecho para consignar su definición, según
Aristóteles y otros recursos narrativos sobresalientes propuestos por el
Estagirita y aplicables al guión audiovisual.
Peripecia, agnición o anagnórisis y lance patético
Aristóteles propone entre los recursos narrativos
de la tragedia, pero que según
nuestra interpretación pueden ser extensivos a toda acción, que debe ser
llevada en un sentido hasta que en cierta forma el personaje comete un error
que lo lleva a pasar “de la dicha al infortunio”. A este cambio de suerte,
contingente, inesperado, lo denomina peripecia. Vale recordar que si bien esto
puede suceder en la comedia, el tipo de personaje y lo elevado del tema son
diferentes en cada uno de esos géneros.
La agnición (agnitio, en latín) es el paso de la
ignorancia al conocimiento, “para
amistad o para odio”, en que un personaje repara acerca de la identidad
uno o varios de los demás o del propio personaje acerca de algún hecho. En
griego se usaba la palabra anagnórisis, que significa lo mismo que agnitio:
reconocimiento. Ambas son intercambiables, su uso depende de la tradición
lingüística del estudioso. Junto a estos dos
conceptos, propios de toda tragedia compleja, existe otro llamado lance patético.
Recuerden que la palabra compleja pathos implica la emocionalidad. “Lance patético”
es aquel evento que cambia el sentido de la acción mediante las muertes en escena,
las tormentas o las heridas y eventos semejantes. Como se ve son cambios abruptos,
inesperados pero poco dominables por los personajes y sí, en cambio por la fortuna
o la naturaleza. Tanto para el personaje como para el público. Allí radica el objetivo
de utilizar estos recursos para mantener la intriga o suspense en la obra.
Ambos tienen la posibilidad de desencadenar la catarsis. Catarsis viene del griego cátaro que significa puro.
De lo que se trataría emocionalmente es de recuperar, por parte del
espectador, de un estado de purificación mediante “descargas” emocionales
masivas, fuertes, que lo llevan a un estado de purificación por haber “purgado”
las tensiones emocionales a través de la representación. Si bien esta noción
tiene su función, según la antropología en los rituales, recordemos siempre que
el espectáculo conserva algunos resabios de lo ritual. Aún el mirar televisión
tiene algún rastro ritual. Hay estudiosos de los grandes acontecimientos
televisados en directo que los dividen en tres tipos de rituales.
-De competición: el deporte en
general, un debate político televisado, etc.
-De conquista: se triunfa sobre un obstáculo. El alunizaje, si es que existió
-De coronación: una consagración. Por ejemplo la transmisión
en directo del
casamiento, como fue el caso de la famosa Lady Di (Princesa de Gales,
casada y luego divorciada del Príncipe Carlos del Reino Unido, y luego
muerta
en un “extraño” accidente.
Ritual, decíamos, por ejemplo ver con amigos un
campeonato mundial de fútbol donde se usan insignias, disfraces, se
prepara una picada, etc.
Tipos de agnición
Según Aristóteles, hay varias clases de
agnición:
"... la menos artística y la más usada
por incompetencia,… la que se produce por
señales". La agnición o el reconocimiento mediante señales
consisten en que un
personaje logre identificar a otro debido a particularidades corporales
o del atuendo de este último. De hecho, puede ser que lo reconozca por señales
corporales “congénitas” o señales “adquiridas”, “y, de éstas, unas impresas en
el cuerpo, como las cicatrices, y otras fuera de él, como los collares”(54b
20-25, La Poética).Y pone como ejemplo que la
nodriza de Ulises le reconociera cuando iba disfrazado de mendigo,
por una señal, una cicatriz que tenía Ulises.
En segundo lugar de peor a mejor, vienen las
agniciones "... fabricadas por el poeta", aquéllas en que algún
personaje desvela lo que no se sabía explícitamente y de forma no muy verosímil
ni necesaria.
"La tercera se produce por el recuerdo,
cuando uno, al ver algo, se da cuenta”,
"La cuarta es la que procede de un
silogismo, como en las Coéforos (tragedia de
Esquilo): ha llegado alguien parecido a mí; pero nadie es parecido a mí
sino Orestes, luego ha llegado éste". Es decir, esta agnición es la que se
produce por un pensamiento lógico. Al mismo nivel, en tanto agnición, se
encuentran los
paralogismos, razonamientos con forma silogística pero lógicamente
errados, p.e. por afirmar el consecuente.
La quinta y "mejor agnición de
todas" es la que resulta de los hechos mismos,
produciéndose la sorpresa por circunstancias verosímiles.
Y otros conceptos analíticos abordados en la
tragedia, pero también vistos como
recursos narrativos de la puesta en escena son la hybris (se pronuncia
“iubris”) y la hammartía (se pronuncia, “jamartía”).
La hibris o hybris es un concepto griego que puede traducirse
como orgullo, confianza en sí mismo muy desmedida, inmoderada. Actualmente
la llamaríamos omnipotencia; “cree que lo puede todo”, temerario, y eso lo
lleva a la “ceguera” y el “error” con el consiguiente castigo. En la Antigua
Grecia aludía a un desprecio temerario hacia el espacio personal ajeno unido a
la falta de control sobre los propios impulsos, siendo un sentimiento violento
inspirado por las pasiones exageradas, consideradas enfermedades por su
carácter irracional y desequilibrado, y más concretamente por el “ate” (la
furia o el orgullo). Como reza el famoso proverbio antiguo, erróneamente atribuido
a Eurípides: «Aquel a quien los dioses quieren destruir, primero lo vuelven loco.»
Y recuerden que dije que la tragedia cumplía una función pedagógica, educativa
para el ciudadano de la polis. La Paideia: la formación del ciudadano.
Hamartia, como vimos consecuencia de la
omnipotencia, es un término usado en la Poética de Aristóteles, que se traduce
usualmente como "error trágico", defecto, fallo o pecado. Puede ser
accidental, o una ofensa a otro cometida por ignorancia o bien intencionalmente por dolo, o culpa. Esto lo desarrolla
Aristóteles en su famosa “Ética a Nicómaco”. La autosuficiencia, el
autoconocimiento incompleto lleva a ese “error”. El ejemplo más utilizado es el
de la tragedia de Sófocles “Edipo Rey”: matar a su padre porque, aunque sabía
que estaba perpetrando un asesinato, ignoraba que el hombre era un rey y su
padre. Y esto, sin extenderme, está relacionado con la “ceguera” que es el
final de Edipo arrancándose los ojos.
Siguiendo el recorrido por la periferia, nos
encontramos con el ARGUMENTO.
Expresé que si bien hoy tiene el significado sobre en qué se basa la obra,
antiguamente era un recitativo en el cual se “ponía en situación” al
espectador sobre lo que iba a presenciar.
En los cuadros que envié aparece la consideración
en los siguientes términos:
Argumento: Es el más importante, en él se desarrolla el entramado de la
acción.
Tragedia no es imitación de hombres, sino de acciones de la vida; por lo
tanto el fin de la tragedia es una acción, no una cualidad. Los hombres tienen
cualidades en función de sus caracteres (son felices o no según sus acciones)
Sin acción no hay tragedia aunque si puede haberla sin caracteres (Según
Aristóteles y expliqué en clase; que conlleva la discusión sobre la noción de
la acción y caracteres). Dos
integrantes del argumento y elementos básicos para el efecto emocional
son la
peripecia y el reconocimiento que fueron explicadas en los párrafos
anteriores.
Aquí me detengo y retomo lo afirmado antes sobre la
imitación en tanto acciones de la vida. Ustedes deben haber leído en Doc
Comparato cuáles son las fuentes de las historias para construir y contar
(memoria, leída, transformada, etc.) Yo quisiera agregar a sus dichos que el
creador (guionista) debe comprender que el relato es una necesidad humana. Lo
ha sido desde el inicio de la cultura, donde según algunos antropólogos, la
comunidad se reunía para contar y escuchar relatos. Estos le hace decir a
Umberto Eco que los relatos son una “necesidad biológica” pues no existiría la cultura
sin ello que implica varias situaciones existenciales. Las relaciones sociales,
con los otros. Preguntémonos que ocurre con un niño en sus primeras
experiencias.
Le causa placer que su figura parental le cuente el mismo cuento una y
mil veces.
Aunque al principio no lo entienda y valga más la situación, la relación
entre quien le cuenta y cuento que los contenidos del mismo que no alcanza a
comprender. Y eso es un principio de socialización.
Desde un punto de vista anímico o psicológico si
ustedes quieren quien asiste a una representación satisface la necesidad
de reencuentro y resolución del problema planteado en la obra. Algo que pudo
haberle pasado, que es parecido a algo que le pasó o que piensa o teme que
pueda sucederle. Esto tiene estrecha relación con lo que abordaremos desde el
punto de vista del relato y el psiquismo en tanto la identificación permite, en
el espectáculo, elaborar en el espectador cuestiones o síntomas propios, los
que provienen de su experiencia. Que tienen aspectos conscientes e
inconscientes.
Siguiendo con el tiempo, el espacio y los
personajes, ustedes deben relacionarlo con el texto de Jaques Aumont y lo que yo
explicaré en el cierre del curso. La narración construye su propio tiempo, pero
también está la temporalidad del espectador. Lo mismo ocurre con el espacio de
la obra, que no es el del lugar del teatro o el cine, tampoco el del escenario
o lo que ocurre en él. La temporalidad en el espectador se refiere a la
vivencia del espectador frente al espectáculo y que puede ser experimentado de
diferente forma por dos espectadores sentados uno al lado del otro.
El juego de las emociones no se replica en uno y otro. Lo que a un
espectador puede causarle alegría, en el otro puede causarle tristeza, y esto
depende del psiquismo, la experiencia, la biografía de cada uno de los
espectadores.
En cuanto a personajes y guión que es lo que sigue,
no me detengo ya que ustedes tienen referencias que he dado en el
aula, lo que trabajaron con el resto del equipo de cátedra y las lecturas
obligatorias.
Por último me referiré a qué quiero significar, en
el cuadro, con estrategia persuasiva.
Yo les estoy insistiendo, en cierta forma, sobre que la diferencia de
las tradiciones literarias entre la ficción y no ficción son relativas. Que sus
fronteras tanto en la estructura narrativa como en el sujeto espectador son
permeables. Ahora bien, esto no quiere decir que un noticiero tenga la misma
“estrategia” narrativa de un teleteatro.
Sin embargo quiero puntualizar dos aspectos. Es reconocible que cuando
hablamos de ficción en términos estrictos sabemos que hay códigos que se ponen
en juego.
Pero sepan que muchas veces, como recursos, como efecto buscado se han
conmutado, cambiado los géneros sin advertirle, indicarle al espectador.
El caso más famoso fue el del guionista y actor Orson Welles cuyo resumen ustedes
deben leer en Wikipedia, en el siguiente enlace:
http://es.wikipedia.org/wiki/La_guerra_de_los_mundos_(radio)
Dicho sea de paso hubo también en nuestro país, en la década del
60 en el Canal 9 una imitación de lo que se había hecho Estados Unidos de
América. Y, en otros caso, radiofónicos más recientes dar por “muerta” a una
persona como un ardid para ganar audiencia. Esto, obvio, tiene una ética de
menor valoración que los ensayos señalados anteriormente.
En síntesis, ficción y no ficción, en sentido
restringido, pueden tener sus propias
estrategias persuasivas. Pero hubo experiencia de mutación de géneros
pasando de la ficción a la no ficción sin advertirle al público y hubo dispares
reacciones. Al revés podríamos señalar que el género denominado “docudrama”
conjuga el documental más la expresión dramática. Quiero decir, a esto último
se le otorga un tratamiento con recursos propios de la ficción como los
recursos escénicos, la historia contada por los protagonistas, el juego de los
planos, la edición, la musicalización, etc; que remiten a la estructura
narrativa clásica. De esto habla, por ejemplo, la autora Soledad Puente cuando
habla de “la noticia como estructura dramática”.
También hoy en la cinematografía diversos
directores, por citar algunos, como Pedro Almodovar (Los abrazos rotos) o Robert
Lee Zemeckis (Forrest Gump) juegan con la articulación del documental y el
guión narrativo propio de la ficción. Obviamente que esto puede alcanzar
diversos grados de complejidad, desde la ficcionalización de hechos reales con
actores o personajes de la “realidad”, los ensayos del neorrealismo italiano,
etc.
Pero, en mi opinión (desde la perspectiva del
guionista), la clave estaría en la eficacia del pasaje de uno (documental/ficción)
a otro (ficción/documental) para no “romper” los “climas”, los “mundos”, las
“atmosferas” propios de una narración por eso “giros” de un género al otro.
Esto sería el cuidado de la estrategia persuasiva que ofrecería muchos aspectos
a considerar pero que no podemos hacerlo aquí.
Prof. CARLOS CAMPOLONGO
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